Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.

Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. - Mateo 5:14, 16-

25 de diciembre de 2023

Carta inédita de Noviembre

 En el fondo querés saber de mí. Y yo quiero que sepás.

El problema de escribir esta carta, es que vos aparentás que no. No te engañés más.


Llevo semanas (o meses) pensando si escribirla; evitando un riesgo aunque siempre soy valiente; ignorando lo que pienso aunque nunca elijo el silencio.


Y es que nos seguimos conociendo. Sé a qué hora te dormís, y vos sabes a qué hora es mi despertar.


Esta posiblemente sea la carta menos popular que escriba. Porque nos han entrenado para no extrañar, para no aceptar que duele, para luchar con todo por ignorar la existencia de las cosquillas en el corazón.


Y es que ya no te conozco. 

Desapareciste.

Yo me escondo.


Para este momento, se supone que ya debería haberte olvidado.

Pero la verdad es que te he pensado cada día. 


No estoy lista para que me olvidés.

Pensándolo bien, posiblemente no lo esté nunca; ni siquiera cuando yo ya te haya olvidado a vos. 


No quiero pasar a ser simplemente una persona más de tu historia, porque no lo fui. 


Fui yo, soy yo. Enteramente yo. Con mi forma de vivir intensamente, la que recibía tus abrazos como el regalo que son.


Fuiste vos, sos vos. Enteramente vos. El que se perdía en mi mirada mientras trataba de adivinar tu siguiente movimiento, sabiendo el regalo que soy.

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