Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.

Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. - Mateo 5:14, 16-

13 de marzo de 2019

Impulsos

A veces me nacen impulsos locos de sonreír un "te amo".
Mi corazón regresa paciente, confiando en la sabiduría del tiempo, segura en los brazos de Quién es Amor en sí mismo.

Llegaste cuando una corriente de brisa salada había despedido al miedo. La misma brisa que me llevó al mar para darte la bienvenida.
Una luz arde y me despierta la paz de saberte volando.
Una luz arde y me consuela la verdad de saberte presente.

Llegué justo cuando la distancia estaba a tu favor. La misma distancia que me enseñó más allá de lo que la mirada es capaz de ver.
Mis ojos despiertan y te canta la paz de saberme volando.
Mis ojos brillan y te confronta la verdad de saberme presente.

Tanto por recorrer en un solo planeta. Tantos rincones por visitar en un corazón totalmente nuevo.
Me aferré a lo inconcluso y apareciste con la magia perfecta abriendo nuevos caminos.
Aún no sé si llegué o llegaste. Pero tengo la certeza que nos encontramos, justo cuando crecía ese árbol de olivo que trae esperanza.

A veces me nacen impulsos locos de sonreír un "te amo".
Y si te escribo, es porque ya inician un viaje hacia la realidad.