Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.

Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. - Mateo 5:14, 16-

24 de octubre de 2022

Abuelita, sos nuestro milagro

22 Octubre 2022


Abuelita amada, valiente y amorosa,

Tuve 13 años para escribir estas líneas. Y aunque suena como mucho tiempo, no logré leerlas sin sentir una ausencia profunda.

Siempre pensamos que nuestros corazones se cerrarían para no dejarte escapar, pero hoy la historia que podemos atesorar es muy distinta.

Nuestros corazones hoy están gozosos diciéndote “hasta pronto” abuelita, porque Dios nos permitió aprender a amarte en total libertad, perdón y gracia. Este dolor de tu ausencia física, se convierte hoy en el agradecimiento más reconfortante del mundo, este de saber que estas en paz al lado de Jesús. 
Gracias por enseñarnos a amar con generosidad y entrega;  por ser mi mejor ejemplo de lo que sabiamente dice San Pablo en su carta a los Corintios: “el amor no es egoísta y nunca se acaba”.

Esto no es una carta de despedida. Es una carta de agradecimiento por tantos recuerdos que nos permitiste construir, abuelita.

*Tantas veces me dormí en tu cama cuando tenía la edad de mis sobrinos. Ay! Aquella sabanita verde, mi preferida.
Gracias por amar con acciones, por estar presente y atenta.

*El pollo agridulce, ni el mejor banquete se le compara.
Gracias por que siempre hubo un plato de comida caliente en la mesa para todos.

*La bicicleta y mis moretes que tan a menudo se encontraban.
Gracias porque fuiste enfermera, doctora, niñera, maestra y la mejor en todo al mismo tiempo.

*La enfermedad, un momento de pausa y unión.
Gracias porque con tus risas y tus besos en la frente fuiste la cura para todo.
Gracias por tu habitual obediencia a Dios y ser la herramienta para abrir y sanar nuestros corazones.
Gracias porque nos enseñaste que nada puede contra la Voluntad del Sabio Creador. 

*El matrimonio, al que muchos le huyen o temen.
Gracias porque vos y el viejito nos enseñaron que es una cuestión de fe, amor, constancia, pero sobretodo de tener a Dios en medio para perdonar, caminar juntos y sanar.

Siempre estuviste. A cada momento. 
No hay un segundo de bendición en el que no estés en mi memoria.
No hay un segundo de dolor en el que estés ausente.

Tanto que agradecer, pero intentando resumir:

1. Gracias infinitas por haber sido un reflejo del Amor de Dios en nuestras vidas desde antes de que cada uno de nosotros naciera.
2. Gracias porque fuiste la herramienta perfecta para que dejara de compartir solo mi cuarto con una hermana y empezara a compartir mi vida con la mejor amiga que comparte mis genes y apellidos.
3. Gracias por tu dulzura y dejarme ser “tu chiquita”
4. Gracias porque me enseñaste sin duda alguna mi razón de ser en este mundo a los ojos de Jesus.
5. Gracias por ese gran hombre que elegiste para Padre y Abuelo nuestro, a quien extrañamos profundamente.
6. Gracias por las hijas e hijos valientes que nos diste y educaste en amor para que fueran nuestros tios, mamas y tias, que lucharon sin entender razones cuidándote y que definitivamente tengo algo que agradecerle a cada una:

Tía Rosita, gracias por tu dulzura para tratar a la viejita adorada brindándole cariño a cada momento. Abrazala en nombres de todos nosotros ahora vos. Te extrañamos y amamos Rosa de nuestro corazón.
Tía Hannia, gracias por la calma, por el orden, por estar presente y por ser sosten.
Tia Yamileth, gracias por los rezos y canticos que llenaban a abuela de esperanza.
Mi Lu, gracias por la sonrisa constante y esa manera inigualable de vivir con alegría alrededor de la viejita..
Tio Amadeo, gracias porque cuando Dios te dio la tarea de ser el “hombre” de la casa, lo asumiste con responsabilidad y sobretodo con amor! Mi admiración es profunda e infinita.
Madrecita, gracias porque una vez nos ensenaste que el amor tiene muchos lenguajes y el tuyo es único. Llenaste a abuela de un amor que solo ella y nosotros entendemos, gracias por haber asumido tu rol de hija menor con gran valor y perseverancia. Gracias sobretodo por haber fundado en nosotros este amor y entrega por mis viejitos.
Tio JuanCa, mi padrino, a vos mi tio que dichoso tener a la viejita a tu lado por la eternidad. Gracias por los desayunos que compartiste con ella aquí en la tierra. Tu “Pegogos” ya está con vos y eso me llena el corazón de consuelo y esperanza.
Tia Ofe, la más pequeñita y bonita, fuiste la inocencia reencarnada en abuela, tía. Sin conocerte, te amo y ahora te encomiendo la grandiosa tarea de seguir llenando de besos a mi viejita.

Abuelita amada, ¡que afortunados somos! ¡Nos heredaste el mejor regalo: tu fe inquebrantable en Jesús! 
No recuerdo un solo momento de mi vida en el que no haya tenido certeza de la eternidad y fidelidad de Dios gracias a que vos me enseñaste con tu ejemplo a confiar.

Hace 13 años, te aferraste a esta familia con la vida misma porque aún no estábamos listos . Y aunque hoy tampoco lo estamos, la paz que has construido a nuestro alrededor en estos años, hoy nos sostiene.

Hace justo un año y medio, celebrábamos la vida eterna de nuestro viejo amado, el que te hacia café con mas delactomy que café en olla, y te preparó por tanto tiempo el pancito con natilla que te gustaba desayunar. 
Ahora entiendo porque abuelo se fue antes que vos; se fue a preparar la mesa con Jesús para recibirte con el banquete que te mereces.

Viejita, hoy nos ves tristes desde arriba pero en nuestro corazón hay gozo y gratitud.  El espíritu de Dios nos llena hoy de consuelo y admiración profunda por lo que vos construiste al lado de abuelo Juan.

Mis hermanos y yo, en cada atardecer hemos visto a abuelo en estos meses y ahora sabemos que podemos encontrarte a vos en el amanecer y en la lluvia también. Siempre fuiste refugio , siempre fuiste hogar para nosotros abuelita. Sos nuestro gran milagro.

Te imagino saludando a tus hermanas mientras tus 3 hijos te reciben  al lado del viejito. Seguí tu camino mi viejita adorada. Corre libre, tranquila, sin dolor. Ellos te esperan.

Con esa “imagen” casi profética me quedo abuelita, me quedo con la esperanza y la valentía que desbordó tu vida en esta tierra. Me quedo con la certeza que estás plena al encontrarte con Jesús cara a cara. 
Me quedo con este amor y don de servicio que nos permitiste experimentar.

Andá disfruta de tu nueva vida llena de jardines, rosales y sobretodo el amor mas puro y fiel.
Te amo siempre, Viejita Linda.