En control, sin planeación

Tal vez tenían razón, no debí pasar por aquel puente.
No se si la razón es de ellos o si la sigo teniendo yo.

Pero está claro, provocás cambios en el camino que no estaban planeados y eso sólo me hace pensar en lo afortunada que soy al tenerte a Vos escribiendo mi historia.

Me emociona pensar que mis planes son totalmente modificados por Alguien que solamente siente amor por mí. Todos mis recuerdos traen historias de fidelidad al verte en ellas, así que no hay nada que temer.

Ya no me importa más tener la razón, Ahora sólo quiero descansar en Tu promesa y en aquella visión de pies descalzos y coronas de flores.

Esa es la magia que he encontrado en Vos. 

Isaías 55:8-9 (NVI)
«Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos
—afirma el Señor —.
Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!

Love always wins.

Escribir trae cierta libertad, pero nada se compara con la libertad que siento cuando me dejás ser yo por completo: vulnerable, intensa, sincera, imperfecta.

Hoy quise decirle a Dios que no podía más y que estaba dispuesta (no lista) a poner punto final a este plan. Pero resonó, otra vez en mi mente, aquel verso de 1 Juan 4:18.

A través tuyo, Él me enseña a echar fuera el miedo. Me gusta pensar entonces que se trata de amor real. Un tipo de amor que busca la verdad y no se enoja fácilmente, que todo lo espera, todo lo perdona, que todo lo soporta pero sobretodo del tipo de amor (que ya no es común) que jamás deja de existir.

Escuché por ahí, como otro recordatorio del Cielo, que todo lo que hacemos está motivado por amor o por miedo.
Ya no tengo miedo.

Me has dejado ver a Jesús ganar tus batallas, me has dejado ver a Dios hacer milagros y cumplir promesas de sanidad y reconciliación en las mías.
Él todo lo hace nuevo... es que acaso no te das cuenta?

Hoy quise desaparecer del mundo por un instante y recuperar el silencio en el que viví por meses.
Ese silencio no fue malo; por el contrario, se convirtió en mi confidente. Trajo descanso y consuelo pero nunca experimenté tantas sonrisas y música dentro como cuando lo apagaste y te di permiso de transformar mis noches de insomnio en alegría y esperanza.

He sentido a Jesús moverse en medio de dos corazones dispuestos y Lo he visto de forma clara cuando nos aferramos a la fe. He escuchado la voz de Dios reclamando mi obediencia a través de tus acciones. Y eso, no lo cambio por nada.

Hoy, Jesús renovó Sus misericordias cumpliendo una de Sus tantas promesas para nosotros.
Así que hoy, vuelvo a ser obediente y ante Él me reconozco vulnerable, para que me devuelva la valentía para mañana volver a luchar por esto.

Decidí creer, confiar, luchar, arriesgar, acompañar, perdonar, escuchar, callar, hablar, respetar y orar.
Y es que al final sabemos, que el amor siempre gana.
Esta no será la excepción.

Vos sos sinónimo de lucha y alegría desde que nos topamos por casualidad en aquella esquina del parque.
Jesús es sinónimo de amor y de victoria al mismo tiempo.

No hay porque dudar.

Ahora se trata de confiar.

"... sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor". - 1 Juan 4:18