A veces me pongo fechas límite para protegerme el corazón.
Quisiera que los domingos vuelvan a ser como antes; y al mirar por mi ventana entiendo que estamos creciendo y sanando.
Lento. Despacio. Con un gran rayo de luz en medio.
A veces recuerdo que fui entrenada para huir de la lluvia; pero de inmediato vuelvo a aquel octubre donde recibí un gran regalo por estar bailando bajo una tormenta y decido quedarme.
A veces me pregunto si solo yo (lo) pienso así.
Quisiera cantar canciones sin recordar momentos; pero me descubro recorriendo caminos con los pensamientos aclarando verdades.
A veces me pongo fechas límite porque solo conozco vivir de una manera; intensamente y con el alma.
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