ABUELITA

Te acordas de los "rulos" que perdi y de los libros de oraciones que rompi?
Si vos no, yo si.
Recuerdo tambien la receta del rompope que jamas lograre hacer y las hojas de tamales que limpie en las navidades. 
Viene a mi mente con total claridad, la imagen tuya en mis enfermedades. Con agua de arroz en el disco de la cocina, un trapito de agua florida en la nuca y sobretodo tu dulzura inminente contra la fiebre.
Desde el banquito azul te observaba atenta. No fuera que perdiera un detalle del secreto de los colochos.
Se que me entendes.
Se que cuando te lea esto, recibire una respuesta dulce de tu parte.
Es gracioso pensar que te escribo esto ahora, casi 22 años despues de que prestaste tus brazos como segunda madre. Antes decian que me parecia a vos. No soy tan buena como para merecer esa fortuna.
Aunque pensandolo bien, me gustaria preguntarle a Dios, que hice para poder tenerte ahora?
Y en tus amplias palabras de un limitado vocabulario me explicas tus miedos y yo te pido que luches por una sonrisa.
Hace unos dias estabas preocupada por el regalo de una de tus "chiquitas" (esta particularmente de 26 años)


Te escribi todo esto para llegar a una conclusion: 


Nos permitis mas que comernos los dulces y jugar en el patio.
Nos permitis la dicha de dormir a tu lado.
Nos regalas mas que batas de flores y un sobre blanco con tus ahorros.
Nos regalas la esperanza de estar unidos.
Nos enseñas mas que el "Padrenuestro" o "Ave Maria". 
Nos enseñas abuelita, lo que es el milagro de estar vivos.