Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.

Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. - Mateo 5:14, 16-

13 de julio de 2010

Inventario


¿Cómo? No entiendo tu pregunta.
¿Cómo que qué hago?
Pues estaba aquí tranquila
y me volvieron arrebatos locos
que me llenaron de valor
para poder hacer esto.
Vos te quitaste el crucifijo,
-Sí, no te hagas-
el que te dí para que te protegiera.
y vos ahora me reclamas.
Pues seguía recordando
-Está bien, no te puedo engañar, te sigo amando-
y tome el consejo de voltearte.
Pero como estaba llorando
por verte sin sonrisa
(no tengo fuerzas para hacerte feliz)
tuve que encerrarte.
-¡Perdoná!- No era justo, pero…
Así es la vida, creo que dijiste
y no es justo que yo me suicide
a poquitos mirándote a mi diestra.
-Por eso te metés en mis sueños-
no es justo,
que me desangre por no tener corazón
para bombardear mis venas.
-¡Disculpá!-
Pero no era justo,
Ni lo es
(hablemos en presente)
que yo este aquí,
tirando palabras a la nada
y vos tranquilo,
planeando futuros de leyes y soledades, casi artes dogmáticas.
Eso es lo que hago.
¿Te queda claro ahora?
Estoy guardando
(al menos por ahora,
o al menos de primero)
el retrato de paisaje púrpura
que velaba mi sueño
cuando me diste vida.

2 comentarios:

  1. "Tirando palabras a la nada y vos tranquilo" definitivamente a todas nos has pasado. El mejor éxito en esta nueva aventura literaria, primita!

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