Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.

Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. - Mateo 5:14, 16-

12 de agosto de 2015

El hogar que te llevaste

Jamás entendí el por qué.
Sé que trataste de explicar pero no tenía sentido para mí dejar ir eso, por lo que habíamos luchado tantas batallas.
Prometimos ser compañeros de aventura y ya no estás.
Incluso le pregunté tantas veces a Dios el para qué, pero el silencio siempre fue la respuesta.
Lo que entendí muy claramente fue que te amé como jamás antes había amado y como espero algún día te amen de nuevo.
Entendí que el amor realmente todo lo soporta, lo perdona y lo sufre; por esos 20 meses juntos volvería a pasar todo este silencio, esta incertidumbre y este dolor.
Fuiste mi mejor maestro para aprender a amar sin condiciones.
Un mensaje al amanecer me recordará cada día de mi vida lo que "te amo siempre y para siempre" significa.
Tu silencio fue sin duda el trago más amargo de esta espera.
Tal vez en un tiempo logre entender el por que y aunque no lo entienda; ya entendi que el silencio de Dios era la preparación para tu silencio.
​Tal vez en un tiempo logre verte y darte un abrazo con un amor restaurado y sin dolor.
Tal vez en un tiempo esta nostalgia se convierta en mucho más que eso y traiga de vuelta un pedazo de "ese hogar" que te llevaste. ​




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