Un adios es en realidad un hastaluego cuando se ha trazado un camino de vuelta.
Hablar de despedidas es traer al recuerdo (dependiendo de la experiencia) pañuelos, 'postcards", lagrimas, fotos.
Algunas veces sonrisas y promesas.
Hablar de despedidas es revivir en el equilibrio de lo vivido con lo esperado.
Es reinventar motivos para quedarse, es pedir con la mirada un poco de tiempo mas.
Muchos pueden creer que las despedidas son un sinonimo de fracaso, una razon para lamentarse.
Para mi, es darle la bienvenida a nuevos mundos.
Mundos de complicidad, de silencio y risas, de bailes y vestidos.
Mundos de fantasia y suerte.
Hablar de despedidas, para mi, es dejar abierta aquel diminuto porton que conduce al camino de vuelta.
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