Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.

Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. - Mateo 5:14, 16-

25 de octubre de 2025

Una carta desde Buenos Aires (esta vez para mi)

Mis 37 un 25

Amanecer en una ciudad nueva, desconocida, lejos, más de lo que pensé llegar lejos de la tierra que me vio nacer se siente como hogar este año. 


Me regaló esta carta a los 37. ¡Qué diferente se ve la vida a como me la imaginé para este momento! 


Conforme pasan los años, Dios me va mostrando con más y más claridad de lo que se trata la vida. Y aunque aún no me canso de tratar planearla con detalle y horarios, Él no se cansa de amarme y quitarme el control. 


Hoy, llueve en Buenos Aires y a pesar de los miedos, las dudas aun sin resolver, las sombras que no se terminan de ir, mi corazón está en calma. Intento disfrutar un día a la vez, ¿esté presente es lo único que tenemos? Sí, eso dicen, eso creo pero al mismo tiempo sigo siendo yo.


Bailando sola en la sala y en cualquier calle como cuando tenía 15; sigo buscando estrellas que brillen en cualquier cielo como cuando tenía 5, sigo escribiendo cartas de amor como mi adolescente enamorada.


Ahora amar es una decisión consciente; un riesgo medido que intento soltar. Ahora crecer se empieza a ver como amor propio moviendo el cuerpo, un par de brillos grises en mi cabeza pero un sin fin de sueños aún por construir.


Recuerdo con claridad algunos cumpleaños. Recuerdo aún más quien ya no están para celebrarlos y eso me hace caer en cuenta del regalo tan grande de abrazar a los que llegaron, a los que permanecen y a los que se han quedado.


Tengo en la mente aquel cumpleaños de Lola Bunny, la piñata y el vestido de rayas cuando cumplí 4. También tengo a mi tío JuanCa en la mente, si supiera todo lo que me sigue enseñando aún hoy. 

Tengo en el corazón a mis viejos, que extraño profundamente y se me llena el corazón de lágrimas al saber que abuela se nos fue en esta misma semana. 


Recuerdo los últimos 2 cumpleaños donde intencionalmente me dejé sentir y reconocí emociones que hoy me permiten disfrutar la mirada de un hombre imperfecto que me ve con dulzura y asombro. 


Me abraza la sensación a futuro. Me abraza la tranquilidad de saber Quién sigue sosteniéndolo. 


Hoy amanezco con una oración respondida. Una que sólo Dios podría tejer entre sus manos. Hoy elevo una nueva al Cielo, llena de agradecimiento, nostalgia, esperanza y un puñado de dulzura que me ha sido devuelta.


Lo repetiría todo, exactamente igual. Recorrería el mismo camino para poder llegar hasta aquí.


Gracias Dios. Gracias vida. Gracias a mi niña

14 de junio de 2025

Día del Padre 2025

 Junio  llega y a veces se me olvida que es Día del Padre. Pero siempre recuerdo que es el mes en el que celebrábamos la vida de mi abuelo Juan.

Olvido que es día del padre porque por muchos años no celebré esta fecha y ya adulta entendí, que aunque mi mamá fue un sostén extraordinario ella es mamá y no papá, como una sociedad en busca de la “equidad” me quiso hacer pensar.


Su rol era maternar. Y lo hizo extraordinariamente de la mejor manera que pudo, sin embargo con una carga extra que jamás le correspondió.


No celebraba porque la figura de paternidad era difusa para mi. Incluso hoy, a veces lo sigue siendo. 

(Y sí, ya sé que Dios es Padre perfecto, lo vivo y lo experimento diariamente pero no me refiero a eso)


No, tampoco es porque no tenga uno. 


Al contarlo, Dios me dio la fortuna de tener un papá biológico con los genes exactos para combinarse con mi mamá y hacerme el ser humano extraordinario e imperfecto que soy, y además regalarme una hermana mayor maravillosa. A través de él, aprendí a perdonar, aprendí de perseverancia y de segundas oportunidades.


Me dieron otro de infancia que me heredó el amor por escribir y los libros. Me recordaba sin perder oportunidad que mi dulzura me llevaría lejos. Y no se equivocó (en eso).

Me enseñó sobre mi herida de abandono siendo ya adulta, esa herida que ahora abrazo y gestiono con amor y compasión por mi misma. Un hombre que nos daría al hermano más resiliente y luchador que existe. Y nuevamente, nos desarrollaría la fuerza necesaria para seguir luchando y ser un gran equipo, el mejor equipo que conozco.


También, Dios, me prestó a un padrino que sería mi hombre favorito por muchos años, incluso después de haber partido de manera inesperada. Quien me enseñó de paciencia, de ternura y me hizo pensar que era lo “más bonito” que se le había cruzado en la vida; aunque lo llegara a despertar cada mañana porque iba tarde para el kínder. Pero sobretodo, me enseñó que el amor real es eterno y que se puede transformar en cosas maravillosas a través del perdón, la gratitud y la esperanza. Te amo siempre tío JuanCa! 


Como si fuera poco, Dios nos regaló al Viejo. Ese hombre de manos cansadas, corazón noble y bondadoso, consciente de sus errores e incondicional cuido hacia su “Reina”. Ese abuelo que crió con paciencia como si fuéramos sus hijos, amó con acciones, nos sostuvo con una fuerza inquebrantable, sostuvo a mami incluso cuando el resto del mundo nos daba la espalda, ahí estaba abuelo en la ventana con una bollo de pan y una caja de leche.


Hoy, con más esperanza, Dios me regala un cuñado, que más que es eso, es un padre consciente y presente. ¡Qué regalo tan grande ha sido ver crecer a mis sobrinos abrazados por el corazón dócil y amoroso de José! 


Hoy, con más ilusión, pido por sabiduría que si está en el plan de Dios, celebrar este día en mi futuro, sea con la misma emoción y gratitud que lo imagino desde ahora siendo la compañía adecuada para que eso suceda. No me gustaría perderme en vivo, la escena que tengo en mi mente. 


¡Feliz día del Padre! 

También para nosotros, los que no estamos acostumbrados a celebrar.


Los abrazo desde acá. 

17 de marzo de 2025

Una vida de película

Desde que tengo memoria, mami me ha dicho que soy la “hija soñadora”, la que ve las estrellas y la que escribe poemas.

No veo fallas en su lógica, me dirían en la ciudad de Colombia el que tiene mi corazón resguardado.


Soy la que cruzó el Atlántico creyéndose escritora. Soy la que ha ido a toda clase de terapias para sanarse y la que ha viajado por el mundo sola para encontrarse muchas veces.


Siempre he creído en historias de película, no les voy a mentir. 


Supongo que es porque me han regalado una vida muy parecida a un cuento de hadas; con los villanos y el príncipe, la princesa guerrera y la familia que apoya incondicionalmente y consiente cuando hay lágrimas.


No sé cómo termina esta historia pero les aseguro que es la más bonita que he vivido y escribirla con simples palabras sería injusto. Por eso, he decidido vivirla, intensamente, completamente, con todo lo que trae y los riesgos de ser protagonista de nuestro propio cuento.